Un día más o un día menos, he ahí la cuestión que se me ha
suscitado de madrugada (a la hora que alboreaba y sigo alboreando cada día), y
que me ha hecho reflexionar un buen rato, hasta que ha regresado Morfeo y me ha
obligado a recuperar las ondas REM y seguir así desarrollando mi memoria y mi
desarrollo cerebral, pues así se rubrica un buen sueño.
Porque afrontar otro día de obligado y necesario
confinamiento sin saber cómo contemplarlo, creo que es harto arriesgado, y nos podría
hacer caer en un estado de depresión nada aconsejable.
Explosionar optimismo y confianza, ¡de eso se trata!, y sin
cerrar los ojos a una dura realidad que cada día presenta decesos y contagios,
como si de la normalidad se tratara, he llegado a la conclusión de que para
enfrentarme con garantías psíquicas a los estragos que está provocando este “coñodevirus”
debo hacerlo ganando pequeñas batallas diarias, en este caso aguantando
estoicamente ese confinamiento que, aunque cruel, es la mejor y más eficaz arma.
Otro día enclaustrado (porque #yosimequedoencasa) se traducirá
en que hoy contabilizaré ya 11 grandes victorias, ¡OTRA MÁS! que poco a poco,
si todos juntos actuamos como un ejército convencido de nuestras posibilidades,
contribuirá a menguar la capacidad destructiva de ese enemigo implacable, y al
que cada DÍA MÁS para nosotros a él le supone UN DÍA MENOS de supervivencia.
Cap comentari:
Publica un comentari