Debo ser un marciano, ¡seguro!, pues contrariamente a las muchas
voces que se lamentan de la “ultraderechización” del PP, yo me alegro que ese PP
liderado por Casado muestre cuáles son sus políticas a nivel general –que con
toda seguridad no son las mías-, pues eso obligará al resto de partidos a hacer
propuestas y acciones efectivas, que seguro serán más cercanas a mi manera de entender
la sociedad.
Pero mucho me temo que el objetivo de los partidos políticos
se reduce a “trabajar” para ganar las próximas elecciones, utilizando el descrédito
ajeno como única arma, convirtiendo al que debería ser un adversario de ideas en
un enemigo político, obviando que en esta malsana guerra entre siglas, que no
entre políticas, el daño colateral somos los ciudadanos y ciudadanas.
Porque las diferencias entre partidos y ideologías debe
existir para que los ciudadanos y ciudadanas podamos optar democráticamente,
pues es contrario al ejercicio de la democracia pretender eliminar la
discrepancia y la pluralidad.
Por eso me alegro de que ese nuevo PP muestre sus cartas,
pues ello hará mucho más fácil mis posicionamientos aunque, y siempre desde el
respeto a los que coincidan con los planteamientos y postulados de ese partido,
creo que en beneficio de la población los políticos deben priorizar las
políticas más allá de las siglas.
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