Pueden ponerse como
quieran, de perfil, de frente, de cúbito supino o de cúbito prono pero hoy,
fuere cual fuere el lema de la manifestación, los 315000 asistentes han
participado en una movilización que reivindicaba la independencia de Catalunya, pues a pesar de
la pancarta de cabecera “por los derechos y las libertades, por la democracia y
la cohesión, os queremos en casa!, lo realmente importante eran las esteladas, los
gritos de “Puigdemont President”, “República catalana” y la falsa denuncia de
que “hay presos políticos”.
Como si los catalanes que
no creemos que una Catalunya independiente dará respuesta a nuestras inquietudes
y problemas no fuésemos demócratas, Lo que ocurre es que creemos que el correcto
ejercicio de la democracia, se debe basar en el respeto a las pautas y normas
de que en democracia nos hemos dotado.
Como si los catalanes que
no creemos que una Catalunya independiente dará respuesta a nuestras inquietudes y problemas no creyésemos en la
libertad y en el blindaje de nuestros derechos, defendiéndolos con unas y
dientes. Lo que ocurre es que muchos de nosotros nos lo hemos tenido que ganar
a pulso y a otros, como decía un gran amigo, “las boinas les han caído puestas”.
Como si los catalanes que
no creemos que una Catalunya independiente dará respuesta a nuestras inquietudes
y problemas fuésemos los culpables de haber generado fractura política, social
y económica. Lo que ocurre es que necesitan culpables para esconder el fracaso
y las mentiras de un proceso simplemente fallido.
Hoy los 315000
asistentes a esa manifestación, que es mucha gente, han querido mostrar al
mundo sus legítimas reivindicaciones independentistas, y lo han hecho ante más de
47 millones de conciudadanos españoles, más de 7 millones de ellos ciudadanos
de Catalunya, y para ello han reclamado que el estado deje a sus líderes en
libertad, obviando que es la justicia, el poder judicial y no el político,
quien tiene preventivamente presos a estos políticos por sus actos, no por sus
ideas.
Quizás lo coherente hubiese
sido reclamar con toda la vehemencia posible, como yo hubiese hecho, que la
justicia actúe con toda la celeridad del mundo, como medio para evitar
prisiones provisionales por acusaciones consideradas injustas. Pero claro, eso
propiciaría la posibilidad de que fuesen sentenciados, cuando el objetivo es la
impunidad.
Hoy, lamentablemente,
los organizadores de esta movilización han minimizado y menospreciado aquel
concepto que a muchos nos permitía mantener la esperanza de poder recuperar la normalidad
en la convivencia social, anunciando una convocatoria falsamente transversal,
-porque transversalidad es el concepto que han prostituido,- simplemente para justificarse
y esconder su verdaderas intenciones, que desde luego parecen pasar por el
mantenimiento de la confrontación.
Han vendido esta movilización con el objetivo de “poner en valor la
gestión e implementación de sinergias transversales”, que es simplemente no
decir nada.
Cap comentari:
Publica un comentari