
Hace unas horas
comenzaba el plazo para que los ciudadanos pasemos cuentas con Hacienda a
través de la declaración del IRPF quedando claro, a partir de ese momento, con
qué cantidad hemos contribuido al Erario Público durante 2015 porque nadie debe
olvidar que un resultado negativo en nuestra declaración implica, simplemente,
que hemos avanzado más dinero del que tocaba durante el ejercicio anterior.
Y paralelamente
aparecen las informaciones de los llamados “papeles de Panamá”, donde “honrados
conciudadanos” han creado sociedades para justificar un “olvido contributivo” que
les permitía no declarar por miles y millones de euros.
O sea, a la lacra de la
corrupción que llevamos sufriendo hace mucho tiempo, donde nombres como Millet,
Bárcenas, Pujol, Bigotes, entre decenas de otros personajes, han metamorfoseado
su nombre propio en adjetivo para calificar una especie de delincuencia, ahora
debemos sumar la de estos otros que también, durante años y años, ha
incrementado su patrimonio personal con dinero que, directa e indirectamente,
han substraído a aquellos que debemos administrar honradamente nuestros números
rojos.
Pero lo que más indigna
es la tomadura de pelo o que jueguen con nuestra inteligencia, pues de eso se
trata cuando hasta el propio Ministro permite que se utilicen argumentos para
justificar la acción, basándose en afirmaciones tan vacías como la prescripción
del delito, la puesta al día de sus obligaciones o que la acción nos es ilegal,
aunque pueda ser éticamente cuestionable.
Claro, pero durante todo
el tiempo que estos “señores” han disfrutado de su delictivo acto yo, como la gran mayoría de ciudadanos de a
pie, hemos seguido cumpliendo religiosamente con nuestras obligaciones como
contribuyentes, incrementando nuestra aportación para conseguir que no se
desmantelase totalmente el Estado del Bienestar del que estos “malandrines”,
curiosamente, también son beneficiarios.
Según cantan las
cifras, si estos corruptos y defraudadores hubiesen actuado con honradez, no se hubiesen aplicado recortes a educación, servicios
sociales o sanidad, por ejemplo.
Porque seguro que su expolio
sistemático ha incidido en que muchos ciudadanos estén sufriendo la falta de
trabajo o han servido para justificar una pérdida de derechos laborales con el
consiguiente aumento de precariedad; o sus delitos han impedido que muchos
ciudadanos hayan visto desatendidas sus necesidades sanitarias o sociales,
provocando situaciones graves e irreparables.
Ya está bien de
manipulación y de condescendencia!. Si han robado que devuelvan lo robado a
quienes han robado, o sea, al conjunto de la ciudadanía, y que nos resarzan y
compensen por todo aquello que nos han hecho perder durante todo este tiempo.
Quizás los ciudadanos y
ciudadanas, si las cifras responden, deberíamos plantar cara y declarar una
insumisión fiscal en toda regla, exigiendo que paguen ellos lo que deberíamos
contribuir nosotros por el IRPF del 2015; no en vano lo estarían haciendo con
dinero nuestro.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada